Análisis

El problema de legitimidad de las políticas de EEUU en Oriente Medio

Las discusiones ya existentes sobre las políticas estadounidenses se han acentuado desde la llegada al poder de Donald Trump.

Özden Zeynep Oktav  | 21.02.2018 - Actualızacıón : 22.02.2018
El problema de legitimidad de las políticas de EEUU en Oriente Medio

ESTAMBUL

Desde 2008 en EEUU se han escrito numerosos artículos e informes sobre cómo y por cuánto tiempo este país podrá seguir manteniendo su actual estatuto como superpotencia mundial. Esto demuestra claramente que los estadounidenses se han percatado de que su fuerza dentro del sistema internacional ha menguado. Sin embargo desde la llegada al poder de Donald Trump, a las discusiones ya existentes se les han añadido otras que ponen en tela de juicio la reputación de EEUU y la legitimidad de las políticas que está siguiendo.

Las políticas de Trump en Oriente Medio son las que más han perjudicado la imagen de EEUU y su credibilidad. Tres ejemplos recientes bastan para mostrar la gravedad de la situación. El primero es la crisis con Catar, el segundo es la declaración de Trump en la que reconoció Jerusalén como la capital de Israel y el tercero es lo que hay detrás de la entrega de la ciudad siria de Raqqa al brazo de la organización terrorista del PKK en Siria, el PYD/YPG, luego de que esta fuera evacuada por los terroristas del Daesh sin ofrecer resistencia alguna, según reveló la BBC en su noticia titulada 'Raqqa’s Dirty Secret' (el secreto sucio de Raqqa).

La crisis con Catar estalló poco después de que Trump, el rey de Arabia Saudita, Salmán bin Abdulaziz, y el presidente de Egipto, Abdel Fattah al-Sisi, posaran juntos, con sus manos sobre una bola del mundo iluminada, en una sala con poca luz, durante la visita de Trump a Arabia Saudita. La crisis continuó y dio forma a una nueva etapa en la que se estableció un nuevo equilibrio de fuerzas en el Golfo Arábigo, luego de la decisión por parte de Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos (EAU) de ejercer un bloqueo sobre Catar.

La parte que nos interesa de esta crisis es la actitud ambivalente que Washington sostuvo durante la misma, demostrando lo muy acertadas que son las discusiones sobre la credibilidad de las políticas de EEUU. Mientras Trump se alineó con Riad, acusando a Catar de apoyar al terrorismo, el ministro del Departamento de Estado, Rex Tillerson, optó por declarar que el asedio a Catar debilitaba la lucha contra Daesh, y pidió que este fuese suavizado. Al final, los hielos entre EEUU y Catar, anfitrión este de la base estadounidense más grande en Oriente Medio, se derritieron una vez EEUU le vendió a Catar cazas F-15 por el valor de 12.000 millones de dólares.

Con estos cambios de dirección tan rápidos Washington solo consiguió un efecto de ducha fría sobre Arabia Saudita y EAU. En los días que siguieron a la crisis, entre el 20 y 25 de agosto, el yerno y asesor principal de Trump, Jared Kushner, y el representante especial del presidente para negociaciones internacionales, Jason Greenblatt, dieron un gira, en principio secreta, pero que posteriormente se filtró, por Arabia Saudita, Catar, EAU, Jordania, Egipto e Israel. Estas visitas fueron consideradas como un intento de solucionar el conflicto entre Palestina e Israel y posteriormente como echar gasolina al fuego, de por si ardiendo en Oriente Medio, tras el reconocimiento de Jerusalén como la capital de Israel por parte de Trump. Incluso el presidente de Palestina, Mahmud Abbas, en gran parte en línea con el mundo occidental y con Israel, se reveló contra esta decisión.

Muchos hechos tuvieron lugar en los seis meses que siguieron a la visita de Trump a Riad, su primer viaje al exterior como presidente, y después de la extraña fotografía que se tomó en aquella sala oscura. Abbas fue llamado a Riad; el primer ministro de Líbano, Saad Hariri, se fue a Riad alegando inseguridad en su país y surgieron rumores respecto a que hubiese sido retenido en esa ciudad, y el príncipe heredero del Reino de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, amigo íntimo de Kushner, ordenó la detención de 11 príncipes sauditas.

Puede que la decisión tomada por los 57 miembros de la Organización para la Cooperación Islámica (OIC), reunidos en Estambul el pasado mes de diciembre en una cumbre organizada para contrarrestar la decisión unilateral sobre Jerusalén de Trump, los votos en la asamblea de la ONU en contra de esta decisión, también en diciembre, y la amenaza de la embajadora de EEUU ante la ONU, Niki Halley, respecto a que los países que hubiesen votado en contra de EEUU no serían olvidados, sean los acontecimientos más destacados que exponen a la vista de todos la derrota de EEUU en las plataformas internacionales.

El tercer ejemplo tiene que ver con la actitud de EEUU con el YPG. Ankara nunca ha encontrado creíble la afirmación de EEUU de que coopera con el YPG en nombre de su lucha contra Daesh, insistiendo en que el YPG, el brazo armado del brazo político del PKK en Siria, el PYD, no es una organización terrorista. Es más, entre la opinión publica reina la idea de que el pretexto de la lucha contra Daesh ha sido inventado para proteger la presencia militar de EEUU en la región. Esta idea se afianzó luego de una noticia de la BBC. Según esta noticia, el YPG, bajo el nombre de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), junto con EEUU, Reino Unido (RU) y líderes de la coalición anti-Daesh llegaron a un acuerdo secreto con los terroristas de Daesh en Raqqa, por el cual el YPG tomaba el control de la ciudad sin disparar una sola bala. Los terroristas abandonaron la ciudad junto a sus familiares, armas y municiones tranquilamente, sin encontrarse con resistencia alguna.

Esta noticia desmiente la tesis que sostiene Washington respecto a que se encuentra en la zona con el propósito de luchar contra Daesh, y constituye un ejemplo de las políticas de EEUU que han perdido su base de legitimidad. La declaración por parte de EEUU de haber enviado miles de camiones (4.000) cargados de armas, entre ellas pesadas, y munición al YPG y, por último, haber creado una fuerza fronteriza de 30.000 efectivos, el haber permitido que el YPG ganase fuerza en la ciudad de Munbich, cuando había prometido que esta sería vaciada de todo elemento del PKK, acabó con la paciencia de Turquía e hizo que comenzara la Operación Rama de Olivo.

Hoy EEUU tiene 10 bases en el norte de Siria, por lo que necesita, desesperadamente, las bases aéreas turcas en las ciudades de Adana y Diyarbakir. En este contexto Tillerson, en su última visita a Ankara, buscó llegar a un acuerdo. El ministro estadounidense se dio cuenta de que estaba ante la posibilidad de perder a Turquía por los intereses a corto plazo de EEUU.

Una de las principales razones por las cuales EEUU está perdiendo prestigio son los gastos militares que hace para mantener la presencia militar que tiene en gran parte del mundo, con el objetivo de preservar su estatuto de superpotencia. Estos gastos impiden frenar la caída de su economía. Trump, como empresario que es, está dando importancia a la economía para recuperar las áreas perdidas frente a China. No obstante, el presidente de los EEUU, falto de cortesía diplomática, cada vez se vuelve más agresivo, mientras la opinión publica lo critica cada vez más.

El hecho de que EEUU experimenta una falta de liderazgo sin precedentes es una realidad. Los problemas que Trump tiene con las diferentes instituciones del Estado, en especial con el FBI, y las discordias en el Congreso y el Senado son las razones más importantes por las que patinan las políticas de EEUU en Oriente Medio. Inmerso en sus problemas internos, EEUU es incapaz de ofrecer una perspectiva. Peor aún, no hace más que empeorar los problemas ya existentes en la región.

Ante esta situación lo mejor que puede hacer Turquía es confiar en su fuerza e intentar solucionar los problemas dándole importancia a la vía diplomática. En caso de que no se encuentre un punto medio en las relaciones entre EEUU y Turquía, aquel posee cartas para utilizar contra este. No obstante, la ubicación geoestratégica de Turquía y las bases militares que posee, de extrema importancia para EEUU, anulan estas cartas, sobre todo en un momento en el que aumenta la competencia entre EEUU y Rusia en Siria.

El sitio web de la Agencia Anadolu contiene sólo una parte de las historias de noticias ofrecidas a los suscriptores en el Sistema de Difusión de AA News (HAS), y en forma resumida.
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