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Deportistas que superaron problemas de salud, a la conquista del Aconcagua

Once deportistas que se recuperaron de diversos problemas de salud intentarán conquistar la montaña más alta de América para demostrar que de la mano del deporte se pueden superar muchas dificultades.

Emiliano Limia  | 20.02.2018 - Actualızacıón : 20.02.2018
Deportistas que superaron problemas de salud, a la conquista del Aconcagua Algunos de los miembros de la expedición Summit Aconcagua 2018 se tomaron una foto a su llegada al Parque Provincial Aconcagua, en Mendoza, Argentina. (Cedida por la organización de Summit Aconcagua 2018)

BUENOS AIRES, Argentina

Este lunes 19 de febrero comenzará la expedición Summit Aconcagua 2018, en la que 11 destacados atletas intentarán escalar el Aconcagua –6.962 msnm–, el punto más alto de la Cordillera de los Andes y por lo tanto la montaña más alta de América.

La iniciativa busca promover la actividad física y la vida saludable. Para ello fueron convocados deportistas que han pasado por momentos complicados en sus respectivas carreras y que pudieron superar gracias al deporte.

Tal es el caso de Silvio Melo, capitán de los ‘Los Murciélagos’, la Selección Argentina de fútbol sala para ciegos, quien faltando pocas horas para embarcarse en la travesía le concedió una entrevista a la Agencia Anadolu.

“Me contactó Matías (Gutiérrez Moyano), el cerebro de este Summit Aconcagua. Fue él quien me lo propuso y me encantó como desafío. Había charlado con otros de los atletas que van a participar y cuando me llegó está oportunidad dije ‘esto es para mí’”, relata Melo.

Melo, dos veces campeón mundial (2002 y 2006), nació ciego y hoy es considerado el mejor jugador de fútbol sala para ciegos del mundo. “Creo que los 11 (diez argentinos y un español) que integramos esta expedición tenemos una historia maravillosa, de superación, que a través del deporte hemos podido lograr lo que queríamos”, afirma.

A pesar de no tener experiencia escalando, Silvio asegura no tener miedo. “Es un poco loco lo mío ya que nunca escalé nada, y de repente largarme a escalar la cima más alta de América es una locura. Sí tengo incertidumbre, por ser algo totalmente desconocido para mí. Hay que tenerle respeto a la montaña y sé que hay un montón de obstáculos a superar como la altura, el frío, la falta de oxígeno. Pero también sé que no es imposible”. 

Otro de los participantes es Peter Czanyio, diagnosticado con cáncer de pulmón y sometido a una cirugía en 2003, cuando tenía 47 años. Hoy, a pocos días de cumplir 62 años, transformó su vida sedentaria y corre, escala y lucha contra el tabaquismo.

“Me enteré de la iniciativa porque Gabriela Castillo –parte del equipo de especialistas que escalará con los atletas– es mi entrenadora desde el año 2007, y ella fue quien me contactó con Matías Gutiérrez Moyano, el organizador del evento. Le conté mi caso y le gustó. Es realmente un regalo para mí participar de esta expedición”, relata Czanyio. 

Peter ya sabe lo que es escalar el Aconcagua, aunque no llegó a la cima. “En el año 2009 participé de otra expedición y llegué a los 6.000 metros sobre el nivel del mar. Recuerdo que hubo dos noches muy, muy frías; estábamos muy cansados. Además, ese fue un año muy dramático para el Aconcagua porque habían fallecido muchas personas, así que decidí que esa fuera mi cumbre”, recuerda. 

Se estima que la travesía dure 18 días. El equipo espera llegar a la cima entre el 1 y el 3 de marzo. La cantidad de días se debe al periodo de adaptación y a la manera paciente en la que se llevará a cabo toda la expedición.

“Nuestro objetivo final es hacer cumbre, estar y pisar el techo de América. Hay que demostrar que siempre se puede salir adelante. Todos los que estamos acá reunidos en algún momento de nuestras vidas tuvimos algún momento complicado. Pero lo más terrible es el miedo que la gente tiene. Siempre uno puede hacer más de lo que uno mismo imagina. Eso es lo que queremos mostrar a la gente, decirles ‘vos podés’, y a través del deporte, que es una de las herramientas más maravillosas para poder sobreponerse a muchas dificultades”, asegura Czanyio.

El desafío tiene también un fin solidario: la Fundación de Lionel Messi y la Fundación Fortabat van a donar dinero por cada metro que suban los atletas a la Fundación Baccigalupo. La suma de dinero recaudado será destinada a la integración de niños, jóvenes y adultos con discapacidad intelectual a través del deporte.

Además, los deportistas llevarán una única bandera, que es la de los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018. La ganadora olímpica de judo en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Paula Pareto, quien en 2011 estuvo a punto de abandonar el deporte debido a una hernia cervical, será la abanderada hasta el campamento base. Allí se la entregará a Fabricio Oberto, basquetbolista campeón de la NBA y medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, quien tuvo problemas cardiacos en su carrera deportiva, los cuales logró superar. Oberto será el encargado de llevar la bandera hasta la cima, acompañado por el resto del equipo. 

Por último, los participantes tienen planificado jugar en la cima un juego llamado Equilibrium, para establecer un récord mundial Guinness en la categoría “juego de mesa jugado a mayor altura sobre la Tierra".

Además de los ya mencionados, otras figuras destacadas que harán parte de la expedición son Santiago Lange, un regatista que luego de vencer un cáncer de pulmón obtuvo medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, y Elisa Forti, una corredora de 83 años que comenzó a practicar este deporte a los 70 años. “Una maestra de la vida”, asegura Peter, quien agrega que “nunca es tarde. ‘Tarde’ es la excusa que las personas suelen ponerse. El ejemplo de Elisa derriba todas las excusas que uno puede tener”.

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