La Armada de Argentina investiga si siete llamadas satelitales detectadas durante el fin de semana pertenecen al submarino ARA San Juan, desaparecido con 44 personas a bordo desde el pasado miércoles.

"Todavía no tenemos una clara evidencia que hayan provenido del submarino San Juan, así que se continúan analizando", afirmó el jefe de la base naval de Mar del Plata, Gabriel González.

El capitán de la Armada, Enrique Balbi, comunicó que un temporal con olas de más de cinco metros y vientos de 75 kilómetros dificultan la búsqueda de la nave y aseguró que el buque tiene víveres para 15 días.

"La altura de las olas, sumado a lo poco que aflora del submarino, el color negro de su pintura, lo delgado del perfil de la vela y el estado del mar están complicando mucho la detección tanto radial como visual", sostuvo el capitán.

La principal hipótesis de la Armada sobre la desaparición es que la nave tuvo un problema eléctrico y perdió su capacidad de comunicación. La fuerza argentina descartó un incendio y confía que el submarino esté en movimiento.

La nave salió de la región de Usuhaia al sur de Argentina el pasado lunes y realizaba trabajos de control de pesca ilegal a unos 400 kilómetros de la costa a la altura del Golfo San Jorge en la Patagonia, cuando emitió su última señal conocida.

El capitán del submarino es Pedro Martín Fernández, casado y padre de tres hijos. La única mujer a bordo es Eliana María Krawczyk, la primera oficial submarinista de Sudamérica.

La Armada ha revisado por aire más del 80% de la zona donde podría estar la nave. La fuerza argentina cuenta para la búsqueda con dos corbetas, un avión P-3 de la NASA, un avión Tracker, un buque polar británico HMS Protector, dos sistemas sumergibles y dos aviones de la Fuerza Aérea estadounidenses.

Chile, Uruguay, Brasil, Perú y Francia también colaboran en la búsqueda del submarino.